Desde los más pequeños de Infantil hasta los mayores de ciclos formativos nis hemos reunido para expresar que la paz en el mundo también depende de nosotros y porque creemos que con paz, en este mundo hay más alegría. Y la alegría del amigo, del compañero y del hermano también es la mía.
Pero no podemos olvidar que vivimos en un mundo donde mucha gente no conoce la paz. También queremos acordarnos de esas personas y rezar por ellas, para que puedan encontrar esperanza en esas situaciones de violencia.
Queremos pedir a Dios por los que huyen de las guerras de Siria, Yemen o Sudán del Sur, por los que sufren los conflictos del Congo o la república Centroafricana o la violencia en Irak, Nigeria, o Afganistán. Pidamos por los que han sufrido y sufren el horror del terrorismo y tengamos un especial recuerdo por las víctimas del atentado en Barcelona del verano pasado. Pidamos por los dirigentes políticos para que encuentren soluciones a los problemas a través del diálogo, por el proceso de paz de Colombia, por una solución al conflicto entre Israel y Palestina o a los refugiados de Birmania.
Por las mujeres que sufren el violencia machista y por los que no saben resolver los problemas sin violencia para que aprendan que el amor es más fuerte que el odio. Por los que sufren el rechazo por ser diferentes porque también es otro tipo de violencia.
Por todos nosotros para que seamos transmisores de paz y justicia entre los que nos rodean.
Que todos estos deseos y oraciones se transformen en esperanza representada en forma de la luz que traen nuestros compañeros.
El gesto de este curso han sido unos paraguas. En la parte superior están cubiertos por imágenes de guerra y violencia. Queremos que nuestros deseos y compromisos de paz protejan al mundo de esas situaciones de enfrentamiento y dolor. Por eso vamos a colgarlos de esa estructura.
Por separado nuestra aportación es débil pero si las juntamos podemos empezar a cambiar el mundo.
También, los alumnos de de 1º y 2º de Primaria han formado el símbolo de la paz creado en 1958.
Y para finalizar, alumnos de Bachillerato han formado con sus cuerpos la palabra PEACE.